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Ritual con el Tarot: Para que el dinero circule libremente en su vida

En primer lugar, señalemos que no utilizaremos la sacrosanta carta llamada: RUEDA DE LA FORTUNA, porque implica un movimiento giratorio, por lo tanto, en la mayoría de los casos, un retorno al punto de partida.

Las herramientas de su victoria serán el AS DE OROS, el EMPERADOR, la TEMPLANZA y la ESTRELLA, que colocará formando un cuadrado de la manera siguiente:

1) En la primera línea dispondrá, de izquierda a derecha, la ESTRELLA y el EMPERADOR.
2) En la segunda, siempre de izquierda a derecha, la TEMPLANZA y el AS DE OROS.
3) Las cartas no deben estar pegadas unas junto a otras, sino espaciadas, de manera que su energía circule libremente y sin obstáculos.
4) Encima de este dispositivo, colocará un testigo papel.
5) Escriba, con tinta dorada o verde (un rotulador verde servirá para ello) la frase: "el dinero circula libremente en mi vida". Espere a que se seque la tinta, después doble esta hoja en cuatro, de abajo arriba y de izquierda a derecha y póngala entre la TEMPLANZA y el AS DE OROS.
6) Alrededor de este aparato, ponga cuatros velas, unas frente otras: arriba dos de color azul y abajo d de color amarillo vivo.
7) Apague todas las luces eléctricas, con el fin de conservar solamente la iluminación de sus candelas.
8) ¿Qué incienso utilizar?. Mezcle polvo de tomillo y de laurel, o mejor de trigo y de agárico, del modo más homogéneo posible, y arroje un poco de esta mezcla en los carbones ardientes del incensario. Es posible que tenga que renovar esta operación varias veces en el transcurso del ritual.
9) Coja su péndulo. Mantenga unos instantes su mano derecha "armada" con él, por encima de su testigo papel, concentrándose en el símbolo que represente mejor para usted la imagen de un movimiento permanente y fluido, por ejemplo, el de un río o una cascada.
10) Después, haga girar voluntariamente a su péndulo hacia la derecha cuatro veces.
11) Por último, imprímale un movimiento lateral, de derecha a izquierda. Este gesto de ser suave, como si usted se balanceara suavemente en una mecedora.

Mis resultados en este ritual son de varias naturalezas: se dirige en primer lugar, sin duda, a los “manirrotos” que no llegan nunca a juntar los dos cabos ni a sostener los cordones de su bolsa. Pero todos los que lo ejecutan sienten, ulteriormente, un sentimiento de seguridad, de confianza, y dejan de tener la angustia de la carencia, lo que de ningún modo daña a sus finanzas.

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