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El Arco Iris, gran espectáculo de la Naturaleza

El arco iris es la sonrisa de Dios.

Angeluos

Cuando llueve y hace sol, sale el arco del Señor», dice « un refrán popular. Desde que el ser humano camina sobre la tierra, pocos fenómenos naturales han atraído tanto nuestra atención y pocos nos han embelesado tanto como el arco iris. Resulta que algunos objetos o materias transparentes, como el vidrio y el agua, tienen la particularidad de reflejar la luz y, a la vez, descomponerla en una serie de franjas coloreadas. Por eso, cuando los rayos del sol iluminan un gran número de gotas de lluvia, al penetrar el rayo de luz solar en cada gota de agua es reflejado, pero descompuesto ya en todo el espectro de colores que forman la luz blanca. Debido al fenómeno de refracción, la luz reflejada no sale por donde entró, sino que forma exactamente un ángulo de 42 grados con la trayectoria del rayo inicial, y por eso la podemos ver, puesto que no estamos situados en el sol. De hecho, la visión del arco iris es sólo posible cuando el sol se halla a espaldas del observador y frente a él se alza una cortina de lluvia; por consiguiente, en las primeras horas del día el arco iris sólo es visible en el lado oeste del cielo; al mediodía; si aparece; lo hará en el norte y en horas vespertinas en el este. Además; aunque no lo veamos así; el arco iris es en realidad una circunferencia completa; cuyo centro está en el punto de la esfera celeste opuesto al lugar que ocupa el sol en el instante de la observación; por tanto dicho centro se suele encontrar debajo del horizonte. Por ello; mientras estemos sobre el nivel del mar; sólo podremos ver una parte de la circunferencial es decir; un arco. La circunferencia completa podría verse desde un avión; siempre que la cortina de lluvia que lo ha generado tenga suficiente espacio de desarrollo. En algunas ocasiones se pueden contemplar dos arcos distintos; entonces el segundo tiene un diámetro mayor que el primero y sus colores están en orden inverso; es decir; el rojo en la parte interior. El arco iris puede verse también en la niebla; y en el agua pulverizada de cascadas y cataratas.

«Quien arco ve no muere de sed» dice la sabiduría campesina; resaltando su asociación con la lluvia. Y tampoco faltan los refranes referentes a su posición en el cielo: «arco a la matina descuelga la gabardina; arco a poniente deja el arado y vente»; también «arco a la sera; buen tiempo espera»; o «arco a mediodía llueve todo el día».

Llamado también Arco de la Niebla; Arco del Cielo; Arco de San Juan y Arco de San Martín; el nombre por el cual se le conoce normalmente en español le viene de la diosa griega lris, hija de Electra y del titán Taumante. Como mensajera del dios Zeus y de su esposa Hero, Iris abandonaba el Olimpo sólo para transmitir los divinos mandatos a la humanidad; por lo que era considerada como buena consejera y guía. Viajando a la velocidad del viento; Iris podía ir rápidamente de un extremo al otro de la tierra y también hasta el fondo del mar o a las profundidades del inframundo. Aun siendo hermana de los monstruos alados conocidos como las harpías; a Iris se la representaba como una hermosa joven, con alas, una túnica de colores brillantes y un halo de luz sobre su cabeza. Al atravesar el cielo dejaba una gran estela, que es lo que ahora llamamos Arco Iris.

En el cristianismo el arco iris ha desempeñado un importante papel en las representaciones pictóricas religiosas y en la amplia iconografía medieval, indicando la idea bíblica de la alianza entre Dios y los hombres, según es relatada por el Génesis en su versículo 9-13: "Mi arco pondré en las nubes, el cual será señal de convenio entre la tierra y yo. Y será que cuando haré venir nubes sobre la tierra, se dejará ver mi arco en ellas. Y acuérdate del pacto que hay entre vosotros y yo y toda alma viviente y toda carne; y no serán más las aguas del diluvio para destruir toda carne.»

En la mitología escandinava Asgard era el país de los dioses, y fue construido por Odín y algunas diosas en el inicio de los tiempos. Los mortales no tenían acceso a Asgard, sin embargo existía un puente que comunicaba Asgard (el cielo) con Midgard (la tierra) y ese puente era Bifrost (el Arco Iris), usado por los dioses cuando tenían que venir a este mundo para solucionar algún asunto.

Para los incas del Perú, el Arco Iris, o Kuichi, era el hijo de la Lluvia, capaz de atrapar al Sol yola Luna. Nadie podía mirarlo de frente sin taparse la boca, pues podrían caérsele todos los dientes.

Los indios del Caribe tienen una leyenda según la cual, hace muchos años su país no contaba con ningún río que lo regase. Un buen día nació Car, el hijo del cacique, pero el niño enfermó y su única salvación sería beber abundante agua dulce. Su madre lloró mucho, sólo que su llanto, por ser salado, únicamente sirvió para empeorar la salud del niño. El cacique, a quien las tristezas y la rabia lo hacían gigantes, descargó su rabia contra el suelo de la isla, sin darse cuenta de que con sus golpes estaba haciendo un gran hoyo. Finalmente, el día trece los dioses enviaron abundante lluvia, con lo que el cacique murió ahogado en el lago formado 01 acumularse los aguas en el hoyo creado por sus golpes. Según monda la tradición, los miembros de la tribu depositaron en su tumba acuático todo el oro que el cacique poseía. Ahora, cuando los rayos del sol se introducen en el lago, el brillo de ese oro es lo que forma el arco iris.

En Venezuela el arco iris es un duende 01 cual le gustan los cabellos dorados, por eso los niños con ese color de pelo no deben salir sin llevar una medalla que los proteja, evitando así que el duende se los lleve. En Japón, en Hawai y en la mayoría de los pueblos del Pacífico asiático, el arco iris es un puente que comunica el Cielo con la Tierra.

En la umbanda brasileña, el arco iris es Oxumaré, quien representa los ciclos vitales y lo comunicación entre el Cielo y la Tierra. Es también el orisha de la riqueza, de la prosperidad, del dinero y de la abundancia. Su animal es la serpiente y tiene todos los colores del arco iris, pero también y muy especialmente el color del oro.

Las leyendas irlandesas nos hablan de gnomos y de uno olla llena de monedas de oro que estaría enterrada precisamente debajo del arco iris.

Este símbolo ancestral, que ha sido utilizado y venerado ampliamente por todos los pueblos, está ahora siendo recuperado por Occidente e incorporado a la iconografía audiovisual. Así vemos que países, empresas, organizaciones y asociaciones con fines diversos, incorporan la figura del arco iris en sus escudos, sus banderas y sus emblemas, por considerarlo símbolo de alegría, vida, pureza, esperanza, prosperidad, abundancia, paz y amor. Lamentablemente, para la mayoría de los habitantes de las ciudades, en las raras ocasiones que consiguen ver el arco iris, éste representa sólo una vaga añoranza, tal vez una evocación de la infancia, de días de campo, de paisajes abiertos, de luz, de naturaleza y color.

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