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Recupera el amor perdido con Oshun

El amor es un bien perecedero y frágil que puede escaparse de nuestra vida como un suspiro, poco a poco, de puntillas y en silencio.
Si no hemos sido capaces de interpretar los signos que anunciaban el abandono y, lo más importante, si aún tenemos a este amor, que fue y ya no está, quemando como una llama viva en el centro mismo del corazón y nos invade el alma y trepana nuestro cerebro hasta el punto que el amor perdido se posesiona de cualquier acto, pensamiento o intención que emprendamos, debemos hacer caso de los síntomas y solucionar la dolorosa situación.
En primer término, será preciso analizar con total sinceridad el cúmulo de circunstancias que han desembocado en el punto muerto en el que nos encontramos. Ser conscientes de los fallos cometidos y reconocer, humildemente, la parte de culpa que nos corresponde. Sólo a partir del conocimiento podremos reconducir la relación y no caer nuevamente en los mismos errores.
Una vez realizado el citado examen de conciencia, con nuestra posición mucho más clarificada y los hechos acaecidos analizados dentro de la más pura lógica y sentido común, habrá llegado el momento de pasar a la acción y poner en práctica el ritual mágico que detallamos a continuación.

Materiales:
1 mantel de seda u algodón de color amarillo.
1 recipiente de metal dorado.
1 papel de pergamino.
1 yema de huevo.
1 pedazo de cadena de oro u metal dorado.
Hilo amarillo.
5 pétalos de cualquier flor amarilla.
5 huevos enteros.
Canela en polvo.
1 cucharada de agua de río.
1 cucharada de miel.
1 cucharada de esencia de verbena.
5 velas amarillas que deberán arder durante las veinticuatro horas de cinco días (aproximadamente 25-30 velas).
Cerillas de madera.

Preparación:
Dispondremos sobre el mantel amarillo el recipiente indicado anteriormente. Untaremos el dedo corazón con la yema de huevo y escribiremos sobre la superficie del pergamino nuestro nombre y el de la persona que deseamos recuperar.
A continuación tomaremos el pedazo de cadena y, escogiendo cinco eslabones al azar, realizaremos con el hilo cinco nudos en cada uno de ellos, es decir, cinco nudos por eslabón. Repetiremos dicha operación cinco veces, a razón de cinco nudos por eslabón.
Depositaremos los cinco pétalos de flor en el fondo del recipiente y sobre ellos pondremos el pergamino enrollado y atado con la cadena. Encima de todo el conjunto cascaremos los cinco huevos, espolvoreándolos con la canela hasta cubrirlos por completo.
Seguidamente, grabaremos en la vela, empezando por la mecha y en dirección a la base, las iniciales de nuestro nombre y el de la persona que deseamos recuperar. Después, mezclaremos el agua de río con la miel y la esencia de verbena, untando con dicha mezcla cada una de las cinco velas, siguiendo la misma dirección que hemos empleado para grabar las iniciales, desde la mecha hacia la base.
Rodearemos con las cinco velas el recipiente mágicamente preparado formando la figura de un pentagrama y, mientras solicitamos de la voluntad de Ochún o a la Caridad del Cobre lo que deseamos obtener, iremos encendiendo las velas, que deberán arder de forma ininterrumpida durante cinco días con sus noches.
Transcurrido el tiempo indicado, recogeremos todos los restos, los ataremos con el pañuelo amarillo y los llevaremos a un río de aguas limpias y lo enterraremos profundamente en un recodo alejado de las miradas de los demás.
Para finalizar, creemos conveniente señalar la importancia de que el ritual anteriormente descrito se realice brillando la luna creciente en el firmamento.

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