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Tarot Terapia: La Fuerza

El cielo y el infierno son estados de la mente o estados de conciencia que están todos ellos dentro de nosotros los cuales proyectamos fuera para reconocerlos más ampliamente.

Si observas la lámina, verás a tres personajes curiosos; estos tres aspectos son los más evidentes en todos nosotros· a veces quietos, a veces bajando, a veces subiendo, y, a través de estos estados, a veces aterrados, rabiosos, angustiosos, desesperados, radiantes, lumínicos, excitantes, aventurados, vamos descubriendo el misterio de la vida. Esta lámina representa los distintos aspectos de un despertar interno, desde la perspectiva de la psicología de la transformación; los distintos estados por los que atraviesa la mente hasta llegar a su total quietud suelen ser fuerzas poderosas implacablemente hostiles, a veces o no, y todo ello es necesario hasta que los fuegos interiores ya no se experimentan como una tortura, sino como algo necesario que debe ser aceptado e incluso deseado por el poder transformador que ello conlleva. El fuego del espíritu destruye todo lo que está podrido o corrupto, preparándonos como el Ave Fénix para renacer de nuestras propias cenizas. San Juan de la Cruz decía: «Oh quemadura que quema para curar, oh más que agradable herida.» Para toda persona que pasa por una experiencia purgativa, ya sea espontánea o por medio de alguna psicoterapia, lo importante será prestar atención al dolor, aprender lo que quiere decimos, ya que el dolor y sus síntomas son señales inequívocas de que algo está desequilibrado en la totalidad de nuestro ser. La Rueda de la Fortuna, con su posición en el Árbol de la Vida entre Nezah (instintos) y Hesed (emociones), regentes de nuestro segundo y tercer chakras -bazo y páncreas-, lugares éstos de almacenamiento energético, nos está queriendo decir con su posición que debemos ser muy amorosos con nosotros mismos. Es recomendable usar esta lámina junto con la de El Sol y El Ermitaño conjuntamente. El arcano del SAM; SARA o RUEDA DE LA FORTUNA está indicado para ayudamos con su meditación en los procesos de cambio ineludibles; estancarse es la muerte del ser, el Universo vibra en constante movimiento, y el arcano número DIEZ es el símbolo de una de las leyes del Universo, causa-acción. Nada hay nuevo bajo el sol, y es cierto, ya que todos estamos aquí desde el principio de los tiempos atrapados en constantes mutaciones. Este arcano viene después de El Ermitaño, como símbolo de que toda evolución lleva a cambios tarde o temprano; por lo tanto, nos puede ayudar y es estupenda para eliminar los estados apáticos y los obsesivos.
 
APLICACIONES DE LA RUEDA DE LA FORTUNA

En el plano mental esta lámina, en meditación, desarrollará nuestra filantropía y grandeza de espíritu, y, lo mismo que en el Ermitaño, la música deberá ser suave, por ejemplo, pianos y violines. Su meditación nos ayudará a tomar decisiones rápidas pero bien sopesadas y nos hará salir de situaciones penosas. En el plano físico, usada en problemas de nerviosismo, estrés, articulaciones, fluctuación de la temperatura en el cuerpo y neurosis obsesivas; promueve el crecimiento de músculos y tejidos, contrarrestando, sin embargo, el avance de células malignas; medita en ella en caso de convalecencia larga o carencias esenciales. En la práctica, podemos usada en meditación para ayudarnos a aceptar los reveses del destino, las muertes familiares y también para desbloquear situaciones de estancamiento en el mundo de las relaciones. Esta lámina ayuda a liberar karma, comprendiéndonos mejor; es buena para estabilizar el cuerpo etérico y astral. Esta lámina puede ser muy útil en caso de estar estancados en algo creativo.
 
FÓRMULA MEDITATIVA CON LA RUEDA DE LA FORTUNA

Debemos usar esta lámina principalmente cuando queramos promover periodos de movilidad, de búsqueda o de descubrimientos de todo tipo. Siempre en tu espacio personal, enciende inciensos de clavo y naranja (el día debe ser el jueves, específico para meditar en esta lámina, por tener la regencia de Júpiter); una vez relajado, y respirando de forma consciente, el modo de promover el cambio que deseas obtener es centrar toda tu atención en la rueda, haciéndola girar en tu mente hacia la derecha, recreando en ella aquello que quieras conseguir y sintiendo cómo alcanzas el objetivo al llegar a su zona central y cómo te establece en todo ello con serenidad; ésta es una lámina de «ordeno y mando». El color de fondo de la lámina será el verde de tipo olivares, ya que es un color centra -lizador y que despierta a las energías del corazón celeste (Sagrado Corazón de Jesús), que es lo que más necesitamos obtener al hacer cambios para no realizados a tontas y a locas, con sus posibles repercusiones no positivas más tarde.

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