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Ritual de los ajos y el romero para la infidelidad

Este ritual se utiliza para que al cómplice de la infidelidad se le presenten nuevas y tentadoras oportunidades que le permitan elegir el alejamiento con la persona amada.
No se le obligará a nada; más bien, se le permitirá poner a prueba sus sentimientos presentándole opciones que le resulten lo más favorables posible.
Puede hacerse en un lugar cerrado o al aire libre, sobre la tierra, en cuyo caso deberá reemplazarse la tiza por un palito o cualquier otro elemento con el cual se pueda trazar un dibujo en el suelo. En caso de hacerlo en el interior, sobre suelo de madera, conviene poner entre éste y el plato una tabla de madera o de corcho para evitar que el calor deteriore el suelo. Como casi todos los rituales, será mucho más potente si se realiza entre la puesta y la salida del sol.

Materiales:
Cinco dientes de ajo
Cinco velas blancas
Un plato pequeño o un recipiente de metal
Una tiza blanca
Una caja de fósforos de madera

Procedimiento:
• Trazar con la tiza un círculo en el suelo.
• Trazar, dentro del círculo, una estrella de cinco puntas. Poner en cada una de las puntas de la estrella, un diente de ajo sin pelar y una vela blanca.
• En el centro de la estrella, colocar un platito o recipiente metálico que contenga unas ramas secas de romero.
• Encender las velas, comenzando por la de arriba; las demás siguiendo el sentido de las agujas del reloj.
• Encender por último el romero que se ha puesto en el centro de la estrella, dejando caer en el plato también la cerilla. Se puede utilizar, para que arda, un carboncillo litúrgico o unas gotas de alcohol.
• Mientras el romero arde, exponer las manos al humo que desprende rezando la oración.


Oración
Por los poderes de la Tierra,
los del Fuego y los del Aire
que (nombre de la persona amada)
encuentre el camino verdadero.
Que el poder del ajo y del romero,
barrera de todo lo malo,
ofrezca los mejores caminos
a quien quiere ocupar mi lugar.


• Una vez que se consuman las velas, unir los ajos a las cenizas del romero y enterrar estos elementos al aire libre o en un tiesto.

La estrella de cinco puntas o pentagrama, es uno de los símbolos mágicos más antiguos que se conocen; ya lo utilizaban los habitantes de Mesopotamia.
En Grecia era conocido bajo el nombre de pentalpha y sus asociaciones metafísicas fueron investigadas por los pitagóricos, que lo consideraban un emblema de perfección.
Esta geometría hoy se conoce como «La Proporción Dorada» y puede ser observada en los proyectos de algunos templos. Para los agnósticos, esta figura era la «Estrella Ardiente», relacionada con la magia y los misterios de la noche. En Egipto era símbolo del útero de la tierra. También los primeros cristianos encontraron atributos para la estrella de cinco puntas: representaba las cinco llagas de Cristo. En los templos medievales, el «Lazo Infinito» era símbolo de verdad y de protección contra los demonios. Tal vez debido al uso que del pentagrama hicieron los templarios, la inquisición relacionó esta figura con las artes diabólicas. Sin embargo, es una construcción geométrica de gran poder que puede utilizarse tanto en el buen como en el mal sentido.

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