Mudra para encontrar el amor

¿Estáis en busca de vuestra media naranja? Este mudra os ayudará a encontrar el amor revelando vuestro potencial interior convirtiéndoos en un imán atrayente del amor. Es capaz de "romper" los bloqueos internos, aumentar vuestro atractivo y además facilitará la conexión con los demás.

Sentaros mirando hacia el este, mantener la espalda recta. Levantar los codos ligeramente hacia arriba. Colocar los dedos como se muestra en la imagen. Respirar con calma. Imaginaros que estáis envueltos en una suave luz de amor. Os calienta y suavemente os acaricia. Disfrutar de estas sensaciones. Repetir el mudra 2 veces al día ( el mejor momento es al despertaros y antes de ir a la cama). El tiempo debe ser por lo menos 10 minutos.

Nota: El mudra para atraer el amor es más eficaz si realmente queréis encontrar un compañero de vida:

Puedes iniciar una relación de pareja por muchos motivos. Por ejemplo: te sientes sola, te resulta incómodo saltarte las normas sociales, quieres sexo o compañía, deseas olvidar a alguien o poner celoso a un hombre.
Pero todos estos no son buenos motivos para comenzar una relación, aunque lo cierto es que nunca se sabe lo que va a pasar. Tal vez lo que empieza como una aventura acabe en relación estable, y el que creías que era el hombre de tu vida te deje hecha un mar de lágrimas tres meses después de conocerle.
Sin embargo, en principio no son buenos motivos porque no están basados en el amor hacia ti misma y un verdadero deseo de conectar y amar a otra persona. Cuando sientes que te falta algo y crees que un amante te lo puede dar, es fácil que sufras y te sientas herida en cuanto el otro no satisface tus deseos. Es la forma más común de entrar en una espiral de exigencia y egoísmo que no satisface a ninguno de los dos. Y luego vienen los disgustos y el corazón roto, y la falsa creencia de que el amor duele y no se puede confiar en el otro sexo.

5 buenos motivos para emprender una nueva relación de pareja

El mejor motivo es tener ganas de compartir tu vida con otra persona, de amar y ser amada. Cuando te conoces a ti misma y tienes una vida que te satisface no esperas que nadie venga a darte todo eso que supuestamente te falta. Sin embargo, tampoco te vas al otro extremo, que consiste en pretender que no necesitas a nadie y alejarte de las relaciones, o bien encadenar parejas “de usar y tirar”. Una persona que está madura para el amor sabe cómo habitar su propio mundo y a la vez abrirse al de la pareja, y crear un puente entre ambos, sin exigencias desmedidas ni desconfianza.

Ya no te duele el corazón cuando piensas en tu o tus ex. Eres capaz de recordar los buenos momentos de esas relaciones pasadas y hasta de sonreír cuando evocas los más románticos. No has olvidado el dolor que sentiste o que esos hombres te causaron, pero has aprendido la lección y comprendes que tú también tuviste una parte de responsabilidad. Por eso no sientes deseos de venganza ni de que les vaya mal. Tampoco comparas a todos los hombres que conoces ahora con tus ex.

Te aceptas tal y como eres. Puede que mantengas algunos complejillos o que tus propósitos sin cumplir a veces te atormenten pero en líneas generales te conoces y te aceptas, sin pretender ser diferente ni mejor. Por eso, no buscas aprobación en tu pareja. Por el contrario, te muestras mucho más segura de ti misma y eso te hace sentir fuerte y en paz, pues no dependes de su opinión.

Tienes ganas de amar. Cuando somos más inmaduros y nos sentimos insatisfechos y necesitados, lo único que queremos es alguien que nos acepte y nos quiera. Pero llega un momento en que una persona es capaz de comprender y apreciar el bienestar que se desprende del acto de amar a otra persona. Y al mismo tiempo, también deseas que te amen y te mimen, porque ahora sabes recibir y te valoras lo suficiente como para comprender que el amor es dar y tomar, y no tiene que ver con el sacrificio ni la renuncia.

Eres capaz de confiar en tu pareja. Muchas mujeres se embarcan en una relación sintiendo una profunda desconfianza hacia su pareja o incluso hacia todos los hombres. O bien temen abrirse demasiado por miedo a que les hagan daño. Estos temores están basados en experiencias dolorosas que no han sido superadas, y es muy probable que se repitan hasta sanarse. Pero si tú ya no atraes a parejas tóxicas, es señal de que has vencido a tus demonios y estás lista para algo mejor.

Asocias la idea del amor con placer, conexión, expansión. A pesar de que has vivido experiencias dolorosas y sabes lo que es tener el corazón roto, has comprendido que el pasado no tiene por qué repetirse y que es posible amar sin sufrir. Has sabido cerrar tus heridas y ahora asocias el amor con la felicidad, por eso tienes tantas ganas de encontrar un compañero al que mostrarle lo mejor de ti, convencida de que ambos aprenderán del otro y potenciarán sus mejores virtudes gracias a su mutuo amor.

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