Gallery

header ads

Ritual con Ochosi para encontrar trabajo

Dicen que Dios no condenó al hombre a trabajar, sino a vivir. Y que el trabajo no fue nada más que una circunstancia atenuante. También hay opiniones que manifiestan que el trabajo dignifica al ser humano y otras, más catastrofistas, ven el trabajo como un castigo divino provocado por la desobediencia y la falta de fe.
Teorías aparte, el trabajo es una evidente necesidad que sustenta y hace posible prácticamente cualquier acción del hombre. Espiritualidades a un lado, si el ser humano no dispone de unos medios materiales mínimos está expuesto a que su vida se tambalee presa de la incertidumbre y la falta de libertad. Porque la verdadera libertad es la capacidad de poder optar y escoger. Y sin trabajo, o mejor dicho, sin los medios económicos que derivan del fruto de nuestro trabajo, dicha libertad queda seriamente reducida y afectada.
El ritual que seguidamente vamos a exponer va a sernos de suma utilidad si nuestra pretensión y necesidad es encontrar un digno puesto de trabajo que nos propicie el desarrollo de nuestras capacidades laborales. No obstante, no debemos dejar a la magia toda la responsabilidad resolutoria. Nosotros, por nuestra parte, propiciaremos el camino, manteniendo una actitud activa, alerta y positiva en la que no desestimaremos ninguna oportunidad.

Material:
1 martillo.
1 clavo de hierro.
1 papel blanco.
1 carboncillo o lapicero.
1 fotografía de la persona que desea encontrar trabajo.
1 pedacito de madera.
1 piedra imán.
1 vela marrón.
Cerillas de madera.
1 bolsa de cuero, atada a una cinta larga del mismo material.

Procedimiento:
Para iniciar el ritual, esperaremos a que en el cielo luzca la luna creciente y, al amanecer de un lunes, un martes o un miércoles, que son los días que pertenecen al orixá Ochosi, cogeremos el papel blanco y escribiremos en él el nombre y la fecha de nacimiento de la persona que desea un trabajo. Debajo de estos datos escribiremos la petición de forma escueta y clara indicando el tipo de trabajo a desarrollar, la ciudad en la que quiere ejercer el mismo, el horario deseado y los emolumentos o cantidad de dinero que considera justo ingresar como fruto de dicho trabajo.
Una vez realizada la operación arriba indicada, tomaremos el martillo y procederemos a introducir el clavo intercalando éste entre la madera, el papel de la petición y la fotografía del interesado, depositando encima del clavo la piedra imán.
Encenderemos la vela marrón y, con ayuda de sus lágrimas de cera, cubriremos por completo la madera, clavo, papel y fotografía que se encuentran entre ambos, de manera que asemeje la figura compacta de una pelota o bola que trabajaremos con las manos para darle forma.
Finalmente, introduciremos la bola en el interior de la bolsa de cuero y la ataremos alrededor del cuello o bien en la cintura, procurando que quede oculta de las miradas de los demás. Dicha bolsa nos acompañará en todas las entrevistas laborales y dormirá con nosotros cada noche debajo de la almohada.

Publicar un comentario

0 Comentarios