Tarot Terapia: La Luna

LA LUNA es la lámina dieciocho y representa la prueba evidente de que a toda luz hay que someterla al juicio de la inteligencia sabia
Son múltiples las sensaciones que a veces nos invaden y no siempre provienen de nosotros mismos, ya que en ocasiones las ensoñaciones o sensaciones psíquicas de otros o del entorno nos pueden hacer presa fácil de su capricho. Esta lámina nos ayudará a estar en guardia de nuevo contra los ardides del plano astral, ya que el ser humano, dotado de una inteligencia limitada, a veces interpreta las fuerzas cósmicas a su antojo, deformándolas. LA LUNA es una fuerza pasajera y cambiante, un espejo de la verdadera luz; el cangrejo simboliza las fuerzas de un psiquismo que, mal enfocado, puede arrastrarnos hacia el pasado, hacia el lodo, hacia las negruras de un subconsciente que teje con hilos de angustia y depresión terribles fantasmagorías; un perro y un lobo o chacal simbolizan la naturaleza de un yo interno que, sojuzgado y sometido a veces por el hombre, sufre; en toda naturaleza hay también una expresión salvaje e indómita que son sus instintos primitivos origen de los tormentos anímicos, que al entrar en lucha unos con otros nos dan el sentimiento de error y culpabilidad.

APLICACIONES DE LA LUNA

En el plano mental nos va a ayudar su meditación a encontrarnos con nuestros sentimientos turbulentos e ideas quiméricas; es bueno meditar en ella en aquellos estados alterados de conciencia turbios y de ofuscación mental y psíquica, aunque debo decir que todos los estados son incluso … necesarios. Hay meditar La Luna y El Sol en conjunto siempre, y sobre todo, para favorecer estados creativos, acompañar a estas dos láminas con La Emperatriz, especialmente para producir desbloqueos del plexo solar y para limpiar nuestras auras; es bueno meditar para evitar los estados alterados de consciencia esquizofrénicos y paranoicos o mitómanos. En el plano físico nos puede ayudar a paliar problemas en el sistema linfático, asma y las alergias de todo tipo, artrias y venas iliáticas y los nervios ciáticos; sobre todo cuando haya retención de agua, claustrofobia y todas las enfermedades que tengan que ver con el aparato digestivo, los pechos y el cerebro; medita en esta lámina en caso de tener problemas en los puntos citados y también para conocer los complejos y traumas que residen en el inconsciente, para reconocer los motivos ocultos de la posición en la vida y para transformarnos espiritualmente. LA LUNA esta, regida por el signo de Piscis; junto a la lámina El Ermitaño, servirá para depurar el sistema celular.

FÓRMULA MEDITATIVA CON LA LUNA

Meditar conjuntamente LA LUNA, EL SOL, LA EMPERATRIZ y EL EMPERADOR puede ayudamos además a transformar nuestra forma física, por ejemplo: supongamos que eres muy gordito/a y quieres adelgazar; visualízate dentro de la lámina en el charquito tal cual eres, obsérvate saliendo de él y comenzando a caminar por el sendero hasta llegar a las torres; ahí mira a la lámina La Emperatriz o El Emperador, si eres hombre, e imagínate o modélate mentalmente tal cual quieras estar; luego, ve a la lámina El Sol y visualízate haciendo alguna cosa pero ya desde la imagen de delgadez ideal, por ejemplo, probándote un vestido muy ceñido o un elegante traje. Haz esta meditación todos los días durante nueve meses y asómbrate de los resultados. La música a usar serán los valses vieneses, o la suite del Cascanueces de Chaikovski, o El aprendiz de brujo de Paul Dukas. De todos modos, con respecto al ejemplo de la gordura, bien es cierto que todos debemos intentar transformarnos, pero… también aprender a aceptarnos tal cual somos, y esto es lo que meditando diariamente en los arcanos mayores conseguirás tal vez más fácilmente. Es bueno meditar en esta carta junto con la del SOL y la del Mundo en casos de miedos o ansiedades con respecto al tema muerte y cuando haya, sobre todo, premoniciones de tipo catastrófico o visiones proféticas erráticas o caóticas para transmutarlas: después de todo, el planeta es nuestra casa, y si queremos seguir viviendo en ella debemos trabajar mental y físicamente para que cada vez esté más limpia, sana y ordenada.