Gallery

header ads

Ritual para alejar visitas no deseadas con Eleggua

El hogar es un templo sagrado. Para cruzar su umbral, las personas ajenas al entorno familiar o social más cercano deben estar obligadas a solicitar beneplácito y consentimiento a sus moradores. Presentarse en una casa sin ser invitado, además de ser una falta de educación, es una intromisión grave a la intimidad de las personas que viven en ella.
No obstante, esta básica regla de convivencia no siempre es aplicada, y más a menudo de lo que sería deseable podemos encontrarnos que nuestra casa corre el riesgo de convertirse en una especie de pasillo de unos grandes almacenes en hora punta, una serie de visitas que, como si no tuviesen casa propia, no acaban de abandonarnos nunca.
El ritual que vamos a comentar a continuación va a sernos de gran ayuda a la hora de alejar de nuestro hogar a aquellas personas que, no siéndonos gratas, se puedan tomar por su cuenta la libertad de invadirnos el espacio íntimo que delimita nuestra casa.

Material:
1 sartén o pote con asa que no queme al calentarse.
9 granos de pimienta negra.
9 granos de pimienta rosada.
9 granos de pimienta verde.
El contenido de tabaco de 9 cigarrillos.
1 copa de aguardiente de caña.
1 paño negro.
Cerillas de madera.

Preparación:
En luna menguante y al anochecer, encenderemos el fuego y tras moler las tres clases de pimienta, desharemos los cigarrillos completando la mezcla con las hebras de tabaco. Lo pondremos todo en el fondo de la sartén y cuando empiece a humear pasearemos los vapores por todas las esquinas de la casa, pidiendo a Elegguá que desaparezcan las visitas indeseadas.
Tras realizar esta operación, volveremos a calentar la sartén en el fuego y derramaremos la copa de aguardiente sobre todo su contenido, encenderemos el alcohol con una cerilla de madera y renovaremos la petición. Seguidamente, dispondremos la sartén en el suelo del salón, protegiéndola debidamente para que éste no se queme.
Cuando el fuego se haya apagado de forma espontánea envolveremos la sartén en un paño negro y la depositaremos en un lugar alto de la habitación en donde se produzcan mayoritariamente nuestras reuniones sociales.
Dicho ritual lo renovaremos una vez al mes, tan pronto la luna menguante aparezca en el cielo.

Publicar un comentario

0 Comentarios