Tarot Arco Iris - La Temperancia

Los principales atributos de este arcano son la moderación, la templanza, la verificación y la reciprocidad. La Temperancia o Templanza se representa con un ángel que recuerda la figura del ángel guardián, del mensajero de Dios. Se le asocia también con el ángel Miguel, con el ángel del Fuego y con los estados sutiles del ser. La presencia de este espíritu celeste se interpreta como la personificación de la voluntad divina.

El personaje de esta clave viste un traje cuyos colores se repiten en el arco iris que aparece al fondo. En ambas representaciones del espectro solar se sugiere la presencia de Iris, mediadora de los dioses. Templar significa mezclar apropiadamente las fuerzas. En este caso, los colores del arco iris sugieren el resultado de la adecuada mezcla de las fuerzas del agua y de la luz solar. Los colores que vemos en el traje de la Temperancia representan, además, a los chakras, centros energéticos del cuerpo humano. Las alas blancas del ángel expresan poder, pureza e iluminación.

La figura oval que aparece en la frente del ser alado, representa la energía solar y el huevo cósmico, principio de todas las cosas. El agua de los cántaros fluye trazando una línea curva. Esta línea se une y se complementa con la formada por el arco iris, de tal suerte que ambas forman una figura oval que sugiere nuevamente la presencia del huevo cósmico, de la semilla.

El personaje que encarna a la Temperancia se sostiene en equilibrio a pesar de que uno de sus pies se apoya en el agua y otro en la tierra. Con esta posición se hace referencia al principio de dualidad. El agua simboliza la materia mental, la conciencia, el fluido astral. La tierra hace referencia a la manifestación concreta, a las formas físicas. El ángel se vincula con ambos elementos para indicar que las transformaciones de los estados mentales producen cambios corporales.

La Temperancia abre puertas para encontrar el equilibrio. Templar es moderar y suavizar, pero la templanza puede implicar también endurecimiento. Flexibilidad y resistencia son características de lo templado. Para templar es necesario conocer los extremos opuestos y buscar su encuentro en un punto medio, tarea que realiza el personaje de esta clave con los dos recipientes que mezclan su contenido para transformarlo en un líquido de temperatura uniforme. Una de las vasijas es de oro y otra de plata para reiterar la unión de los pares de opuestos.

Para alcanzar la templanza, para reconciliar a los pares de opuestos, es preciso superar varias pruebas. En estas pruebas se pone de manifiesto la capacidad para reaccionar apropiadamente. Su realización implica perfeccionamiento, reconocimiento de los errores, purificación y liberación.

SIGNIFICADO
Al aparecer en una lectura, la Temperancia simboliza el equilibrio, la moderación y la cooperación con los demás. Si ponemos un poco de buena voluntad por nuestra parte será posible recuperar la armonía en cualquier situación en la que haya habido discusiones o controversias. Puede indicar una necesidad de moderación, si es que estamos cometiendo algún exceso pero también una renovación de la creatividad y la inspiración. La Temperancia es la carta de la buena salud en todas las áreas: física, mental y emocional. Si la preocupación de la persona tiene que ver con el estado de salud, la aparición de esta clave es el mejor augurio, pues promete siempre vitalidad y bienestar.

INVERTIDA
Disputas, desarmonía, competencia con los demás e inquietud. El desequilibrio y el caos están afectando a nuestra vida. Puede ser también una advertencia para no abarcar más de lo que podemos, pues en ese caso nuestra energía se evaporará sin lograr apenas resultados concretos. En caso de disputas y mal ambiente es necesario buscar la manera de recuperar la armonía pues la Temperancia, ni aun invertida, nunca se refiere a problemas imposibles de resolver.

EN MEDITACION
Su contemplación y meditación diaria da el poder de conciliar los extremos que coexisten en nosotros, ya que son estabilizadores, por ello es interesante usarla en combinación con la número trece. Es una carta muy adecuada para personas que carezcan de autoestima o valoración personal; podemos usarla como póster en habitaciones de adolescentes o niños muy conflictivos o encerrados en sí mismos y también en las habitaciones de personas convalecientes. Meditar sobre ella favorece traer el pasado al presente de un modo suave, sin dolor. Es muy sedante y calmante; favorece el sueño a los insomnes y es útil meditar sobre ella en épocas de exámenes, ansiedad o temor. Nos ayuda a soportar la idea de salir de lo conocido para ir hacia lo nuevo. Es conveniente llevarla con nosotros en caso de tener exceso de agresividad contenida, para ir suavizándonos. Favorece el encuentro en el plano astral superior con las almas nobles y puras; por ello es ideal para eliminar el temor a la muerte, comprendiendo que somos eternos.