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Tarot Egipcio: El esqueleto segador

El esqueleto segador M-40

El Espíritu -lo que ES- cambia de forma y de residencia, pero no se destruye jamás. Este arcano -símbolo de la Muerte- es también el del renacimiento perenne: morir para renacer.

Las almas renacen cíclicamente, encarnando en nuevos cuerpos y transitando por los Siete Rayos y sus siete colores en cada manifestación del Gran Ciclo de catorce mil años terrestres.
De ello nos habla el arco iris. Pero al cumplir una rueda completa se manifiesta el Séptimo Rayo, que enciende la llama violeta de la Divina Presencia en el corazón de aquellos que «antes» se habían preparado para ello. Se ha alcanzado entonces el horizonte de la perfección espiritual tan anhelado en vidas anteriores, pues, ahora sí, ha llegado la hora de que el Yo soy -expresión del Cristo cósmico- reine sobre las almas.

Las manos que salen de la tierra, listas para la acción, nos dicen que la perfección espiritual del AMOR DIVINO no puede ser interrumpida, y lo masculino y femenino universal generan la vida constantemente. Si hay algo que realmente no existe, es la nada. Muy lejos de suprimir la vida, la muerte la renueva constantemente.

Significados para la predicción


Esotérico: Separatio.
Psicológico: El tánatos instintivo.
Positivo: Transformación, eliminar lo viejo para dar lugar a lo nuevo, cambio inesperado, lucidez inexorable de juicio, fin de una situación familiar o amistad.
Negativo: Inmovilidad, cambios lentos y parciales, pérdida de ingresos y seguridad económica, corrupción, melancolía.

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